La inmunoterapia ha emergido como una de las estrategias más prometedoras en el tratamiento del cáncer en las últimas décadas. A diferencia de la quimioterapia tradicional, que ataca tanto a las células cancerosas como a las sanas, la inmunoterapia busca potenciar el sistema inmunológico del paciente para que reconozca y elimine las células tumorales. Este enfoque ha mostrado resultados sorprendentes en varios tipos de cáncer, incluyendo melanoma y cáncer de pulmón.

Uno de los avances más significativos ha sido el desarrollo de inhibidores de puntos de control inmunitarios, como el pembrolizumab y el nivolumab. Estos medicamentos bloquean proteínas que evitan que las células inmunitarias ataquen el cáncer, permitiendo una respuesta más robusta. Además, la terapia con células T, que implica modificar genéticamente las células inmunitarias del paciente para atacar el cáncer, ha demostrado eficacia en leucemias y linfomas.

Los ensayos clínicos continúan demostrando el potencial de la inmunoterapia, y su combinación con tratamientos convencionales sugiere un futuro brillante en el manejo del cáncer.